La NOI es una pérdida repentina de la visión central, la lateral o ambas debido a una disminución o interrupción del flujo sanguíneo hacia el nervio óptico.
Para poder ver, el nervio óptico transmite impulsos nerviosos desde el ojo hacia el cerebro, donde son interpretados como imágenes. El nervio óptico está compuesto por millones de pequeñas y delicadas fibras nerviosas que parecen hilos. Muchos vasos sanguíneos nutren el nervio óptico con sangre rica en oxígeno y nutrientes. Sin un nervio óptico sano y de buen funcionamiento, la visión no es posible.
Algunos oftalmólogos pueden describir una isquemia del nervio óptico como un «derrame en la parte posterior del ojo».
Un «derrame» es la interrupción de suministro de sangre al cerebro o a un nervio en el cuerpo. En una neuropatía óptica isquémica, la pérdida de la visión se debe a que el nervio óptico ha perdido la circulación sanguínea. Qué tanta visión se pierde depende del daño causado al nervio óptico.
Existen dos tipos de neuropatía óptica isquémica, dependiendo de la parte del nervio óptico que esté afectada:
Neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA): Ocurre cuando el flujo sanguíneo se interrumpe en la parte frontal (anterior) del nervio óptico (también llamada cabeza del nervio óptico).
Neuropatía óptica isquémica posterior (NOIP): Ocurre menos frecuentemente y es el resultado de una isquemia en la parte posterior del nervio óptico, localizado a cierta distancia detrás del globo ocular.
La mayoría de casos de neuropatía óptica isquémica son un tipo de NOIA.
Tipos de NOIA
Hay dos formas diferentes de la forma más común de neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA):
NOIA arterítica
Esta peligrosa forma de NOIA es causada por la inflamación de las arterias que suministran sangre al nervio óptico. La NOIA arterítica (tres veces más común en mujeres que en hombres), afecta a las personas mayores de 55 años de edad.
La inflamación de una NOIA se asocia con una arteritis de células gigantes (ACG), una muy grave y potencialmente mortal condición que requiere un diagnóstico inmediato, incluyendo análisis de sangre y biopsias de las arterias en la zona de las sienes de la cabeza para confirmar el diagnóstico.
La mayoría de las personas con ACG presentan síntomas anteriores a una pérdida de visión tales como fatiga general, fiebre, dolor en las sienes, dolor de cuello, dolor al masticar y dolor del cuero cabelludo.
(Otra forma menos común de ACG no presenta síntomas). Un síntoma clave de la NOIA arterítica es una visión borrosa o pérdida temporal de ésta antes de que sea permanente.
Una angiografía con fluoresceína durante la cuál un tinte es inyectado en el brazo y una serie de fotografías son tomadas rápidamente, puede ayudar a confirmar el bloqueo de flujo de sangre típico de una NOIA arterítica.
NOIA no arterítica (NOIA-NA)
La neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NOIA-NA) es la forma más común de NOIA. La NOIA puede afectar a alguien a cualquier edad, con aproximadamente un 10 por ciento de afectados menores de 45 años de edad. Tanto hombres como mujeres están en riesgo de desarrollar la condición.
Algunas de las enfermedades y condiciones comunes que pueden poner a un paciente en alto riesgo de desarrollar NOIA-NA, son:
Diabetes mellitus;
Artritis reumatoide;
Herpes zóster;
Anemia;
Rasgos de células falciformes;
Sífilis;
Presión arterial sistémica baja o presión arterial alta severa;
Úlceras gastrointestinales;
Algunas enfermedades cardíacas;
Vasculitis;
Migraña; y
Personalidad de tipo A.
Cuando existe una NOIA arterítica (la forma más peligrosa de NOIA), la mayoría de los pacientes tienen una arteritis de células gigantes (ACG). Esta condición puede causar síntomas anteriores a una pérdida de visión tales como fatiga general, fiebre, dolor en las sienes, dolor de cuello, dolor al masticar y dolor del cuero cabelludo. (Otra forma menos común de ACG no presenta síntomas).
Un síntoma clave de la NOIA arterítica es una visión borrosa o pérdida temporal de ésta antes de que sea permanente.
Un tratamiento de causas subyacentes de una enfermedad cardiovascular (un factor de riesgo de desarrollar NOIA-NA), puede ayudar a controlar la condición y prevenir una mayor pérdida de la visión.
En el caso de una NOIA arterítica (la forma más peligrosa de NOI), los corticosteroides se administran para proteger el ojo no afectado.
Para cualquier persona con pérdida de visión causada por una neuropatía óptica isquémica, acceso a ayudas y estrategias para una baja visión pueden ser útiles.
NO TIENE CURA ALGUNA. LA PÉRDIDA DE VISIÓN ES IRREVERSIBLE
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