Unas gafas con las que podremos interpretar lo que ven:
No hablamos de información general sino de reconocimiento de objetos y personas, como la identificación de un patinador gracias a una simple fotografía que estaba incluso algo desenfocada y borrosa. O como el reconocimiento facial, permitiendo al desarrollador saber a quiénes tiene delante, su género e incluso con descripción de la expresión de sus rostros.
Mostrándonos usos en el día a día, una forma de ejemplificación mucho más eficaz que plantarse frente a la cámara a contar las utilidades de viva voz, hemos observado un sistema de IA aplicado a unas gafas inteligentes. Gracias a ellas, y a su cámara integrada, el desarrollador invidente recibe información de su entorno.
Dentro de lo que Microsoft ha denominado Servicios Cognitivos, Microsoft Cognitive Services, se ha desarrollado Seeing AI. Gracias a esta app el desarrollador, que nos cuenta cómo tristemente perdió la visión a la edad de 7 años, recibe constantemente información de todo aquello que le rodea aunque, y esto es importante, no de forma pasiva sino de forma activa.
La IA, aplicada también a su teléfono móvil, le ayuda a traducir los menús de los bares y restaurantes, echándole una mano, siempre mediante indicaciones audiodescritas, para realizar el mejor encuadre. El reconocimiento de texto se encarga de la transcripción de la fotografía y el sintetizador de voz, de transmitir la información a través de los auriculares.
Se trata de un uso más que puede darse a la inteligencia artificial y que puede mostrarnos el camino a seguir en su desarrollo.
Hoy Microsoft ha finalizado su presentación mostrándonos esperanza en que la tecnología puede ayudarnos a modelar un mañana mejor. Microsoft Cognitive Services una ayuda más para las personas que no ven o ven menos.