Si están interesados en implantarse un ojo biónico en Córdoba sepan la verdad y todas las mentiras que se dicen acerca de este maravilloso encuentro con las formas. Este importante avance, logrado el pasado año por el hospital La Arruzafa, supuso el segundo caso que se había realizado en España a un paciente con retinosis pigmentaria y uno de los primeros del mundo.
La innovación permitió que la cordobesa Josefa Jiménez, de 62 años, que estaba completamente ciega desde hacía tres décadas, recuperara parte de la visión.
Si el nervio óptico está dañado no servirá de nada esta operación. Es muy útil en pacientes que siempre han sido ciegos o que tengan retinosis y hayan dejado de ver.
Tras el éxito que supuso la intervención, muchos enfermos se han dirigido al hospital La Arruzafa por si podían beneficiarse del avance. Sin embargo, “los candidatos a implantarse un ojo biónico son sólo aquellos con retinosis pigmentaria que han perdido totalmente la visión, lo que equivale a que en España podría haber unas 500 personas en esta situación”, señala Juan Manuel Laborda, director médico de este hospital y responsable de la operación.
El hándicap es la financiación de esta tecnología, ya que el coste de la intervención ronda los 120.000 euros y ninguno de los 10 pacientes que este centro tiene en lista de espera dispone de ese dinero. Por eso, desde La Arruzafa, que asumió el importe de la primera operación, están buscando respaldo en entidades financieras y fundaciones.
Laborda recuerda que el ojo biónico ha permitido a esta cordobesa diferenciar entre luz y oscuridad, consiguiendo identificar el movimiento y localizar objetos. La operación consiste en implantar en la mácula (centro de la retina) de un solo ojo un dispositivo capacitado de nanotecnología y dotado de 60 electrodos.
Este avance tiene como misión estimular la conexión que llega desde la retina al cerebro con el objetivo de que este, a través de un sistema que va por fuera del ojo a través de una videocámara instalada en unas gafas, reciba señales visuales que permitan subsanar la pérdida degenerativa del campo visual. Juan Manuel Laborda expone que “estamos a punto de mejorar el software que se le implantó a Josefa, para que “sacando el máximo partido a cada chip, podamos lograr que los objetos bidimensionales que hasta ahora ella ve en una escala de grises contengan matices de colores”.
El director médico de La Arruzafa espera que “si los ensayos clínicos que se están realizando en Manchester siguen siendo positivos podrían permitir que en unos años se puedan beneficiar del ojo biónico pacientes con degeneración macular, una patología que afecta a millones de personas. Esto abarataría el coste de la operación, que podría ser asumido total o parcialmente por la sanidad pública”.
Fuente: El Diario de Córdoba