El tratamiento de la distrofia de Fuchs puede variar dependiendo de la etapa en la que se diagnostique.
La frecuencia de visitas de seguimiento con su médico también puede variar. En su etapa inicial, la distrofia de Fuchs puede necesitar visitas anuales a su oftalmólogo, pero casos más avanzados, o ciertos tratamientos, se pueden requerir visitas cada varios meses o incluso con mayor frecuencia. Su médico le dirá qué requiere su condición.
No es posible detener el cambio en el tejido de la córnea, por lo que el tratamiento de la distrofia de Fuchs se centrará en hacer frente a sus síntomas y al dolor asociado con la enfermedad. Debido a que parte del problema subyacente, especialmente en las primeras etapas, es la acumulación de líquido, el médico puede recomendar tratamientos que ayuden a una mayor evaporación de agua, como la exposición al aire caliente y seco (conductos de ventilación en un auto, secador de pelo, etcétera).
Su médico también puede prescribir ungüentos o gotas, o lentes de contacto terapéuticos. En casos muy avanzados, el médico puede recomendar un trasplante de córnea u otro tipo de procedimiento quirúrgico.