Un estudio publicado en la revista especializada Archives of Ophtalmology confirmó que las mujeres mayores de 50 años que habían tomado al menos dos raciones a la semana de pescados ricos en ácidos grasos Omega 3 durante su vida, consiguieron disminuir hasta en un 40 por ciento el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Puesto que el cuerpo humano no puede fabricar ni sintetizar los ácidos grasos Omega 3 a diferencia de otro tipo de grasas, su inclusión en los hábitos alimenticios cotidianos en forma de pescados como salmón, sardina, trucha o atún, beneficiarán a largo plazo a la salud ocular por sus efectos antiinflamatorios, antiescleróticos y antitrombóticos», detalla Rodrigo Abreu.
A esta fuente de animal de ácidos grasos deben sumarse los nutrientes de la vitamina C (grosella negra, col verde, pimientos, kiwis y cítricos), vitamina E (aceite de oliva y de girasol, avellanas, nueces) y los carotinoides de luteína y zeaxantina (espinacas, yemas de huevo, brócoli, maíz), así como el zinc (presente en carne roja y ostras).
En cuanto a prevención, se indica que el tabaquismo provoca daños en la visión puesto que recibe constantemente por parte del fumador agresiones químicas procedentes del consumo continuo de cigarrillos. La alimentación es otro de los aspectos que puede influir positivamente en la prevención de la degeneración macular asociada a la edad.
El sol, la exposición continuada, la nieve, etc. que hacen que la piel se queme, hace que la degeneración aumente. Evite por tanto tomar el sol y lleve siempre filtros apropiados para filtrar la luz azul.