Hace un año, la vida de mi hija Xabela de siete años cambió para siempre. Tras someterse a una operación cerebral, sufre una ceguera total no recuperable. Desde ese momento nos hemos dado cuenta de que nuestro mundo y más concretamente la ciudad de Vigo no está diseñada para personas invidentes. Los pasos de peatones no están debidamente señalizados y los semáforos no cuentan con los sistemas auditivos pertinentes para que las personas invidentes puedan saber si están cruzando debidamente. Por el momento yo acompaño a mi hija a todos lados, pero ¿podrá llevar una vida totalmente independiente cuando sea más mayor?
Por ello, solicito al Alcalde de Vigo la adaptación de todos los pasos de peatones y los semáforos de la ciudad para así conseguir que las personas invidentes como mi hija puedan tener una vida un poco más sencilla.
Aquí tienes el enlace: