CONJUNTIVITIS: SÍ SE PEGA

Pedro Julio Pérez Rivero llegó del círculo infantil con el ojo derecho inflamado y ligeramente enrojecido. No se quejaba de dolor ni de molestias, pero sus padres consultaron a la pediatra, quien los remitió de inmediato a la consulta del Hospital Oftalmológico Ramón Pando Ferrer.

Al niño le fue diagnosticada una conjuntivitis (inflamación de la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados), y le indicaron su tratamiento, pero al día siguiente, ambos padres amanecieron con los ojos inflamados, muy enrojecidos, purulentos y con extrema molestia. La prescripción fue un poco alarmante para ellos: la suya era del tipo hemorrágica, y conllevaba medidas de aislamiento y procederes más rigurosos para la sanación.

Así, poco a poco, enfermaron los seis habitantes del hogar, incluidas una hermana y una sobrina que llegaron de visita cuando parecía que el contagio había terminado. Los menores mejoraron rápido, los adultos demoraron más.

Captura de pantalla 2017-08-17 a las 17.16.32.pngLos padres del niño tuvieron una evolución lenta, él alrededor de 10 días, pero ella intentó incorporarse a su trabajo en igual plazo y le fue imposible: el dolor agudo al fijar la vista, también en la cabeza, la sensación de mareo y la sensibilidad ante la luz, se lo impidieron.

Para todos, sin distinción del tipo de conjuntivitis, el tratamiento fue el mismo: compresas con agua hervida o suero fisiológico frescos y lavados oculares, algunos de arrastres, es decir, limpiando bien de adentro hacia afuera al menos cada seis horas. Como medidas adicionales, mantener la higiene, el lavado frecuente y con jabón de cara y manos, y usar exclusivamente artículos personales.

Enfermedad de fácil propagación

Desde el mes de mayo cuando comienza el calor, existe un brote de conjuntivitis, que ha afectado a personas de todas las edades, sexos y razas.

La conjuntivitis es una enfermedad infecciosa, que se propaga muy fácilmente y tiene varias causas: puede ser vírica, alérgica, bacteriana y hemorrágica.

Dijo que circula mayormente en grandes círculos poblacionales, por las relaciones entre unos y otros, la manipulación de objetos que contengan restos de secreciones y por las microgotas de saliva; a lo cual también contribuye el intenso calor de esta temporada.

“El enrojecimiento ocular es común para diversas causas, pero hay que hacer un diagnóstico oportuno para ver la diferencia entre una y otra; cuando el médico de la familia lo detecta a simple vista remite al paciente al oftalmólogo para que pueda tomar la conducta adecuada con cada persona; en la hemorrágica el color rojo dentro del ojo es más intenso, casi no tiene secreción y puede hacer fiebre. En ningún caso se recomienda el uso de remedios caseros ni de los que provienen de plantas medicinales.

“Lo más aconsejable para toda la población es mantener las medidas higiénicas, muy oportunas en esta época del año porque con ellas también se evitan otras dolencias que son infectocontagiosas, incluidas las digestivas. La hemorrágica puede traer complicaciones oculares, hacer queratitis (inflamación de la córnea) y la evolución es más compleja. A los pacientes que llegan a mi consultorio, aunque no sientan ninguno de los síntomas de la enfermedad, les comento sobre esta, los riesgos y las formas de evitarla.»

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